Cómo tratar las manchas de la piel durante el embarazo
Durante el embarazo a menudo recibimos elogios sobre la luminosidad y el color sonrosado de nuestra piel. El famoso resplandor de la maternidad. Sin embargo, nuestro cuerpo sufre muchas transformaciones y aunque no suena tan atractivo, las manchas en la piel son igual de comunes.
En nuestra piel se producen también cambios de pigmentación durante el periodo de gestación. Estas manchas, llamadas cloasma, aparecen en el rostro a causa de las hormonas que estimulan la producción de melanina. Suelen ser de color claro y aspecto irregular, y las áreas más propensas de la cara son la frente, nariz, pómulos y barbilla. En muchos casos no pueden prevenirse totalmente, -es una causa hormonal y también hereditaria-, pero podemos mejorar su aspecto. Además, suelen desaparecer tras el parto.
Cuidado con el sol. El rostro está expuesto a todo tipo de agresiones y durante el verano estos factores se agravan. Las mujeres de piel oscura son más propensas a tener más manchas que las de tez clara. Pero si hay un factor que puede aumentar esta afección es el sol. Los rayos ultravioletas intensifican los cambios en la pigmentación y por eso debemos incorporar el protector solar, con un factor 30 como mínimo, a nuestra rutina de belleza y aplicarlo varias veces al día. Incluso al hacer nuestras tareas diarias, nos estamos exponiendo a una cantidad de luz. En la playa nunca me olvido de la sombrilla, el sombrero y las gafas de sol.
Mantén tu piel limpia. Es imprescindible una buena limpieza, pero debemos tener cuidado con algunos jabones, porque algunos de sus componentes pueden provocar diversas irritaciones y agravar el problema. En verano, un chapuzón en el mar puede ser de gran ayuda para tratarlas. El agua marina no solo tiene propiedades muy beneficiosas sobre heridas o reacciones alérgicas, es también un exfoliante natural. Después del baño, y nunca me cansaré de repetirlo, lo más importante para la piel es hidratarla al máximo con una crema adecuada a nuestra dermis.
Revisa tu alimentación. Con un cuerpo saludable, libre de toxinas, habrá menos riesgo de tener manchas. En nuestra dieta no deben faltar las frutas y los vegetales, así como los pescados ricos en omega 3 y los frutos secos. Por otro lado, los alimentos siempre han sido un buen aliado cosmético. Entre los remedios caseros más conocidos, está el de aplicarse una infusión de caléndula sobre el área pigmentada. A menudo, se alaban las propiedades del efecto antioxidante y protector del aceite de oliva, pero no olvidemos nunca proteger nuestra piel al máximo de los rayos ultravioleta.
Mantén tu ritual de belleza tras el embarazo. Pasará un tiempo hasta que las manchas desaparezcan, por eso debemos continuar mimando nuestra piel y armarnos de paciencia. Además, dicen que sólo se necesitan veinte días para adquirir un hábito, y si algo es tan saludable para nuestra piel, ¿por qué deberíamos dejar de hacerlo?