El efecto positivo de los deportes de invierno
Es cierto que el frío y los días tan cortos no invitan a salir de casa y aunque a veces nos cueste encontrar la motivación, debemos trabajar nuestro estado físico sin limitar la actividad a espacios cerrados.
Los deportes de invierno son una manera sana y entretenida para mantenerse en forma durante esta temporada. Mejoran nuestra condición física, facilitan la concentración y el equilibrio e incluso aumentan la autoestima. Es importante moverse para mantener el organismo activo y prevenir las diversas enfermedades asociadas al sedentarismo. Sin embargo, tampoco debemos olvidarnos de que la mayoría de los deportes de invierno requieren un importante esfuerzo físico y son muy intensos.
Antes de coger los patines o subirnos a la tabla de nieve, conviene realizar una serie de calentamientos y estiramientos para evitar, entre otras cosas, esguinces o torceduras. Sólo así mantendremos nuestra temperatura corporal y reduciremos la tensión generada por las bajas temperaturas y el aire de montaña. Es fundamental abrigarse bien con tejidos transpirables que mantengan el cuerpo a una temperatura saludable y funcione igual en cualquier ambiente. Hacer ejercicio al aire libre en esta época del año tiene unos beneficios que no se pueden lograr en ningún otro escenario.
Mayor gasto calórico
Los deportes de nieve nos permiten trabajar los abdominales y piernas en profundidad y aunque la cantidad de calorías consumidas depende de la masa muscular de cada persona, es cierto que nuestro cuerpo debe hacer un esfuerzo extra para regular nuestra temperatura interna. Si una sesión intensa de aerobic en el gimnasio equivale a 420 calorías, al practicar esquí de fondo se queman durante el mismo tiempo 780.
El snowboard es un deporte de resistencia muy efectivo para recuperar el tejido muscular y el bienestar de nuestros huesos. Practicándolo también liberaremos adrenalina en grandes dosis y nos sentiremos más relajados y tranquilos.
Mejor capacidad propioceptiva
La propiocepción es el sentido que informa a nuestro cuerpo de la posición y movimiento de los músculos y regula la dirección y el rango de movimiento. El esquí ayuda a mejorar esta capacidad. La pista nos obliga a prestar atención a todos los obstáculos que se pueden presentar en un entorno tan dinámico, por lo que requiere una conciencia plena de la posición del cuerpo para conseguir la estabilidad postural. Lo mismo ocurre con el patinaje sobre hielo o el snowboard, ambos requieren de gran coordinación y equilibrio.
Resistencia cardiovascular
La mayoría de los deportes de invierno se practican en zonas con altitudes superiores a lo normal donde el aire es más puro. Cuando practicamos montañismo o esquí de travesía, los beneficios se notan rápido. Nuestra respiración es más eficiente lo que favorece el aumento de células rojas y la oxigenación del cuerpo. Además con el frío, el corazón realiza un gran esfuerzo para distribuir la sangre por todo el organismo de modo que lo estamos ejercitando y fortaleciendo para hacer frente a las situaciones de estrés de cada día. El esquí de travesía, una modalidad a caballo entre el alpinismo y el esquí, es un ejercicio aeróbico de gran intensidad. Una buena alternativa para fortalecer y estilizar tanto brazos como piernas.
Mejor absorción de vitamina D
Practicar deporte al aire libre nos permite beneficiarnos del sol y sus nutrientes. La vitamina D es fundamental para incrementar la concentración de calcio en nuestros huesos y mantenerlos fuertes. Por eso debemos aprovechar las horas de luz natural, y aunque son limitadas, jamás debemos olvidarnos de hidratar nuestra piel y aplicarnos un buen protector solar. Por otro lado, hacer ejercicio durante el invierno libera endorfinas, provocándonos una sensación de felicidad y ligereza.
Mayor hidratación
Mantenerse hidratado es uno de los factores más importantes para minimizar los peligros del ejercicio en invierno. El cuerpo suda, pero ese sudor se evapora con más rapidez en un ambiente frío y de aire seco, por lo que parece que el organismo pierde menos agua. Una correcta hidratación ayudará a mantener la temperatura corporal y el rendimiento.