Últimamente la dermocosmética se ha puesto de moda… pero cosmética con una eficacia real, es decir, la demostrada con resultados de eficacia del producto, no es tan fácil encontrarla.

Al aplicar un cosmético no sabes si va a dar resultado hasta que lo aplicas sobre tu propia piel.

Para evitar estas situaciones de prueba y error, los productos dermocosméticos cuentan con resultados comprobados científicamente para garantizar tanto su seguridad como eficacia.

No por venderse en farmacia son productos dermocosméticos. Muchas veces también podemos encontrar en este tipo de establecimientos productos sencillamente cosméticos. Para estar segura de que lo que compras es dermocosmética, lo ideal es que esté recetado por un especialista o tenga el respaldo de estudios clínicos, como es el caso de OLIVOLEA.

En dermocosmética no vale con decir que un producto es eficaz. Si se va a prescribir en las consultas dermatológicas o las farmacias, un cosmético tiene que estar respaldado por estudios de eficacia. Esto es lo que marca la diferencia y es el éxito que augura un buen resultado.

Una buena crema hidratante. Es un básico esencial de la rutina de cuidado y cuanto más completa sea su fórmula, mejor. Que repare la barrera, reequilibre la piel e hidrate en profundidad. Demostrar la capacidad de mantener la hidratación de la piel durante determinadas horas tras su aplicación, sería un buen ejemplo de la eficacia de esta crema como hidratante.

No hablamos sólo de los ingredientes que la componen, sino de estudios objetivos de la formula final. Hay que testear todas las fórmulas, hacer ensayos y estudios de compatibilidad, de tolerancia en pieles sensibles o reactivas… Por lo tanto, la eficacia y seguridad de un dermocosmético utilizando sólo ingredientes naturales y basada en la ciencia del cuidado de la piel, debe ser demostrada.

Al final, la cosmética es una manera más de cuidarse, y si puede ser con ingredientes naturales y afines a nuestra piel, mejor.

En Olivolea, Belén Castro selecciona todos los ingredientes y es ella quien realiza el desarrollo galénico, porque esta parte es clave en el control de los productos que formula. Además de todo esto, Olivolea garantiza que la producción se realiza siguiendo los estándares de naturalidad más altos y sin dañar el medioambiente.