1.Sé consciente y constante en el cuidado de tu piel. Para mi es el primer y mejor consejo. Para conseguir tus objetivos y mantener una piel cuidada durante el invierno, lo más importante es la constancia.

2. No utilices productos con ingredientes irritantes ni peeling abrasivos, mejor optar por usar productos con ingredientes suaves y de origen natural.

3. Hidrata tu piel al máximo. Mi propuesta es recurrir a mascarillas súper protectoras y lipídicas que aporten una barrera de protección extra y que nutran en profundidad la piel, aportando elementos grasos esenciales que ayuden a reconstruir la barrera lipídica.

4. No dejes de usar protector solar ya que ayuda a evitar arrugas prematuras y principalmente ayuda a prevenir el cáncer de piel. La nieve crea un efecto espejo que es capaz de reflejar hasta el 80% de los rayos ultravioletas y eso, unido a la acción del frío y el viento en esta época del año, termina con una piel mucho más seca, frágil y susceptible a sufrir quemaduras. Así que protegerse no es sólo una opción, sino más bien una obligación.

5. Usa bálsamo labial. Los bálsamos labiales actúan reteniendo la humedad y crean una película protectora sobre el labio, que actúa como una barrera de los factores externos adversos. Fíjate bien que entre sus ingredientes haya sustancias hidratantes o humectantes, como la manteca de cacao, la manteca de karité, sustancias calmantes como melisa, hamamelis o centella asiática y en bálsamos más específicos, sustancias cicatrizantes o regenerantes.

Algo muy importante: No olvides tu labial con protección solar si piensas esquiar este invierno y por supuesto intenta no compartir tu bálsamo de labios, es un medio muy fácil de transmisión de enfermedades.

6. Hidratación interna: hay que beber agua. No es lo mismo la piel seca que la piel deshidratada, una piel seca tiene menor cantidad de lípidos lo que la convierte en una piel menos densa, más fina y sensible. Una piel deshidratada es aquella que pierde agua de forma excesiva. Cualquier tipo de piel puede ser además una piel deshidratada, por ello es muy importante que hidratemos nuestra piel desde dentro bebiendo suficiente agua y desde fuera usando nuestra crema diaria.

7. Todos sabemos que la belleza comienza en el interior. Mi último consejo para proteger la piel del frío, aunque no por ello menos importante, es cuidar la alimentación. Una dieta equilibrada y saludable favorece que nuestro cuerpo obtenga todos los nutrientes necesarios para mantener la hidratación natural de la piel.