La piel de los niños es más fina, permeable y pierde agua más rápido que la de los adultos. Por eso, es más sensible y vulnerable ante hechos tan cotidianos e inevitables como la exposición al sol o al viento, los cambios de temperatura, la humedad, los roces, las bacterias o el contacto con agentes químicos que pueden quedar adheridos a su ropita tras el lavado.

La piel del recién nacido y del bebé requiere una hidratación diaria, necesaria para mantener su elasticidad y suavidad de forma continuada. La crema hidratante cara y cuerpo bebé de Olivolea contiene ácidos grasos monoinsaturados y vitamina E que la hidratan y la protegen sin alergias, sensibilidades o irritaciones

Aqua, Olivoleína* (Oliva Europaea Fruit Oil), Tocopherol.
*Aceite de Oliva Virgen Extra de primera extracción en frío con alto contenido en ácido oleico.

Después del baño, aplicar una fina capa de crema sobre la piel del bebé y masajear suavemente. Su fácil absorción hace que la aplicación sea cómoda y agradable.