De quemadura a piel renovada: el poder de Licotriz en la cicatrización
El poder regenerador de Licotriz® en acción
En el post de hoy, queremos compartir con vosotros uno de nuestros casos clínicos más impactantes, en el que se pone de manifiesto la eficacia de nuestro producto estrella: Licotriz®.
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Caso clínico y tratamiento
El paciente que nos ocupa sufrió una quemadura en la mano a causa de un agente químico, lo que provocó la desnaturalización de las proteínas tisulares de la zona afectada.
El principal objetivo que nos marcamos en el proceso de cura fue limitar el crecimiento de microorganismos para prevenir posibles infecciones, así como favorecer la epitelización de la herida.
En esta quemadura de segundo grado superficial, durante unos días y además del lavado de la herida con agua y jabón Gel de Baño Olivolea y una vez aplicado Licotriz®, usamos unas gasas impregnadas con parafina sobrepuestas encima de Licotriz, para proteger aún más la herida los primeros días.
En las quemaduras de poca gravedad, para evitar en lo posible las cicatrices, se recomienda hidratar la zona de la quemadura una vez reepitelizada y tratar la cicatriz. Con Licotriz® tenemos además la ventaja de que tratamos desde el inicio, la zona que va reepitelizando.
El resultado, como podréis observar en las imágenes adjuntas, fue realmente espectacular. Gracias a Licotriz®, no solo se consiguió una cicatrización adecuada, sino que también aportamos la elasticidad e hidratación necesarias para evitar la formación de queloides. Además, Licotriz contribuyó a unificar el color del tejido nuevo, logrando que la cicatriz quedara prácticamente invisible.
Este caso clínico es un claro ejemplo de cómo, con el tratamiento adecuado, es posible superar las secuelas de una quemadura y recuperar la normalidad de la piel. En Olivolea, estamos orgullosos de ofrecer productos como Licotriz®, que contribuyen de manera decisiva a mejorar la calidad de vida de las personas que sufren este tipo de lesiones.