Mis hábitos saludables
Así transcurre mi rutina diaria: madrugar, hacer ejercicio, hidratar mucho la piel y una comida sana, que preparo en casa y hoy quiero compartir en el blog.
Comienza mi día y son las 6:15 horas de la mañana. Siempre he sido muy madrugadora y aun embarazada seguía con mis propios hábitos matutinos.
A las 7:00 empieza mi sesión de ejercicio. Unos días salgo a correr desde casa y otros, una hora intensa de trabajo muscular. Llevo un año trabajando con ejercicios isométricos combinados con posturas de yoga y estoy encantada, me hacen concentrarme y he aprendido a respirar y conocer mejor mi cuerpo.
Luego una ducha rápida y lo más importante para mi piel, hidratarla al máximo y cuidar su firmeza. Durante mi embarazo fui muy cuidadosa con la hidratación de mi piel, todos los días un masaje activo con mi crema reafirmante y antiestrías por todo el cuerpo. Después he mantenido ese hábito y aunque ahora utilizo más variedad de productos, soy muy constante en cuidarla a diario.
Creo que es igual de importante tener la piel limpia que hidratada. Por eso me hago un peeling corporal cada dos o tres semanas. Para ello utilizo un aceite de masaje suave a base de caléndula y manzanilla mezclado con un poco de azúcar de caña y un poco de sal marina. La piel así, es mucho más fácil de hidratar y queda luminosa y con una jugosidad fantástica.
A las 8.30 am un desayuno completo rico en vitaminas y minerales que consigo con un buen zumo de naranja natural, un bol de fruta de temporada cortada y siempre acompañado de cereales como el pan y un poco de salmón marinado o de un poco jamón. Lo mejor de cada día es compartir este desayuno con mi familia y disfrutar de ver a mi hija Marta sentada a mi lado eligiendo el pan o un trozo de cake del que se hace en casa desde que yo era pequeña, la receta de bizcocho de aceite de oliva.
Antes de salir de casa planifico la agenda del día de manera que me permita avanzar mientras mi hija está en el colegio y procurando tener flexibilidad para reorganizarme si ocurre un imprevisto o una reunión que se alarga más de lo habitual.
La cocina es mi pasión desde que era niña así que cocinar es, además de una forma de compartir, algo que me relaja y me divierte a la vez. ¡Y cocino a diario! Al mediodía en casa siempre solemos hacer un almuerzo más o menos ligero. Una de las cosas que más nos gusta es el tartar de atún rojo, un plato que me resuelve tanto una comida de entre semana como me sirve para presentar como un aperitivo de lo más chic. ¡Se prepara en cinco minutos! Cortado a cuchillo y a semejanza del steak tartar y con un punto atrevido de wasabi y aceite de chiles rojos que yo misma preparo.
Procuro dedicarle el final del día a mi hija Marta, disfrutamos leyendo un cuento juntas en la cama o charlando un poco sobre los planes del fin de semana. Mi propuesta de cena diez, algo suave e intenso a la vez… una mozzarella de búfala fresca y tierna bañada en los aromas de un aceite de oliva virgen extra picual, hojas de albahaca y un poco de rúcula ligeramente picante, fresca y crujiente. Me gusta además la elegancia que tiene tanto visualmente como en el paladar. Para acompañarlo simplemente un buen pan de masa madre o con aceitunas negras y unos trozos del mejor tomate de la temporada…