Olivolea para mí
Olivolea nace de una fórmula magistral creada por Belén Castro, donde el conocimiento, la eficacia y la sutileza se unen a través de un ingrediente tan apreciado y sublime como el aceite de oliva.
La sinergia de los principales activos de Olivolea son un aliado excepcional para cada tipo de piel adaptándose a sus necesidades específicas. La textura y la sensorialidad son reflejo de una delicada precisión y un exquisito cuidado en sus formulaciones.
¿Cómo comenzó a gestarse el proyecto Olivolea? ¿Qué te impulsó a lanzarte a él?
Mi profesión como farmacéutica y la especialidad en Dermofarmacia fueron los comienzos de un proyecto que presenté hace años al terminar un programa de Alta Dirección de Empresa y que siempre quise llevar a cabo.
El embarazo de mi hija Marta fue el momento ideal para utilizar productos elaborados por mi donde, además de ser naturales y formulados con las propiedades que buscaba, me sintiese tranquila y segura de que serían adecuados para mi piel y para la piel de mi bebé.
El ser madre me hizo valorar muchísimo la responsabilidad de edificar la vida que realmente quieres llevar y la necesidad aprender a valorar el equilibrio entre la vida personal y profesional.
Iniciar un proyecto de empresa como ha sido Olivolea posiblemente sea identificativo con esa parte de mi a la que le gusta afrontar nuevos retos. Tener la posibilidad de diseñar un proyecto y liderar su ejecución es una gran oportunidad, a veces única en tu carrera, y a la vez es un ejercicio de gran responsabilidad.
¿Qué parte de tu carácter ha sido determinante a la hora de sacar adelante el proyecto Olivolea?
La ilusión y posiblemente el ser perseverante y constante en muchos aspectos de mi vida.
Exigente y firme pero me considero una mujer sensible y emotiva.
Apasionada de mi trabajo y comprometida, me motiva muchísimo la sensación de un trabajo bien hecho.
Si tuvieses que describir el proyecto Olivolea como un sólo adjetivo, ¿cuál elegirías?
Ilusionante en todo.