Artículo: Cuidado de las cicatrices en el deporte
Cuidado de las cicatrices en el deporte
Si todavía no sabes cómo cuidar tu cicatriz cuando haces ejercicio, descubre ahora todas las posibilidades.
Cuando practiquemos deporte al aire libre hay que tener cuidado con la radiación solar intensa o el frío extremo ya que pueden perjudicar la formación del tejido, sobre todo, en las cicatrices recientes. Siempre proteger la piel del sol, en especial cuando la cicatriz está todavía coloreada en un tono rojizo. El sol, además, puede hacer que la cicatriz se pigmente y quede con un color diferente al del resto de nuestra piel, con un mayor riesgo en el caso de las cicatrices quirúrgicas. Por eso es indispensable que las cubramos con protector solar con factor de protección alto y que renovemos la aplicación cada hora.
Para ello es recomendable el uso de sticks solares, que hacen una mayor barrera encima de la piel y si aún lo quieres más fácil, en breve podrás utilizar Licotriz de Olivolea con SPF 30, que además de regenerar y recuperar rápidamente el tejido dañado, protegerá tu cicatriz de las radiaciones solares.
También es necesario cuidar la cicatriz del contacto con el agua. Si aún se encuentra abierta, no es aconsejable mojarla, excepto durante la ducha para higiene personal y es conveniente secar la herida a golpecitos suaves y si es posible, secarla al aire. Si la herida ya está cerrada, el contacto del mar o piscina no será un problema, siempre y cuando al salir se reponga el protector solar.
Al terminar la jornada, es fundamental e importantísimo hidratar la herida con una buena crema reparadora. Licotriz de Olivolea además de proteger y recuperar el tejido dañado, hidrata y nutre la piel por su alto contenido en Olivoleína.
Si haces deporte en lugares cerrados o en el gimnasio, es fundamental evitar ejercicios extenuantes como actividad aeróbica intensa o ejercicios de resistencia con pesas, que pueden estirar la piel aun no regenerada de la cicatriz. Hay que tener mucho cuidado al realizar estiramientos y ejercicios de tonificación para evitar que las fibras del tejido nuevo se debiliten. El uso de cremas con activos calmantes y antiinflamatorios como la camomila y el hammamelis ayudan a disminuir la inflamación y calman la zona lesionada. Licotriz de Olivolea es ideal para estos casos.
Tras la jornada deportiva llega el momento de recuperarnos del calor y del esfuerzo y relajarnos bajo la ducha pero cuidado, las variaciones fuertes de temperatura pueden afectar al tejido lesionado de una cicatriz. Así, las duchas de agua demasiado caliente, baños turcos o saunas, no son muy recomendables.
Y algo fundamental para nuestro organismo y nuestra piel, consumir alimentos ricos en vitamina C, tomar abundante agua, jugos y frutas ricas en antioxidantes, para favorecer la recuperación y evitar cicatrices.