La Psoriasis
Si las cremas hidratantes son imprescindibles para cualquier tipo de piel, aún lo son más para los pacientes con Psoriasis.
La Psoriasis es una enfermedad crónica de la piel con diferentes síntomas, donde los más comunes son las rojeces ásperas con contornos bien definidos que están cubiertas por piel blanca gruesa se llaman “escamas”. En pacientes con Psoriasis leve a moderada, que presentan una ligera sequedad o hiperqueratosis en zonas localizadas como codos o rodillas, la aplicación de productos dermofarmacéuticos hidratantes y emolientes con baja concentración de queratolíticos puede ser suficiente.
Las cremas hidratantes, emolientes y regeneradoras siempre deben incluirse como complemento de cualquier tratamiento, ya que forman una capa grasa que evita la pérdida de agua, reblandecen el estrato córneo, reducen significativamente la hiperqueratosis y mejoran la elasticidad de la piel, evitando la fisuración de las placas.
LICOTRIZ de Olivolea ha demostrado su eficacia como tratamiento coadyuvante de la psoriasis por mantener la hidratación, eliminar la descamación, aliviar el picor y suavizar la piel manteniéndola flexible y elástica.
Se recomiendan baños con agua templada durante 5 o 10 minutos y con sustancias emolientes (extracto coloidal de avena o aceites emolientes como la Olivoleína) que disminuyan el picor y contribuyan a humectar las placas. El Gel de Baño de Olivolea formulado específicamente con Olivoleina, Aloe vera y Camomila para las pieles más sensibles y deshidratadas, contribuye además a mejorar la sensación de deshidratación, disminuye el picor y proporciona un efecto relajante en la piel.