Mi compromiso cada año con el cáncer de mama.
Como Farmacéutica es primordial difundir la importancia de la prevención en el desarrollo del cáncer de mama, uno de los principales problemas de salud en la mujer, mediante el diagnóstico precoz. El consejo especializado y personal que damos a cada paciente oncológico es fundamental para el cuidado de su piel.
Los efectos secundarios que aparecen como consecuencia de la medicación necesaria, producen una serie de alteraciones dermatológicas como el picor y la sequedad, la hiperpigmentación, la dermatitis, la dificultad de cicatrizar adecuadamente, el incremento de la flacidez o la hipersensibilidad al sol.
Este tipo de efectos no solo ponen de manifiesto la enfermedad, sino que también llegan a tener un “impacto” sobre la calidad de vida del paciente.
La piel de los pacientes oncológicos sufre enormemente durante los tratamientos médicos. Y es que las alteraciones de la piel, las mucosas, las uñas y el cabello son propias de pacientes tratados con quimioterapia y/o radioterapia.
Hablamos de trastornos que, a medida que avanza el tratamiento, se van manifestando de manera más o menos evidente, por lo que conviene tratarlos desde el inicio.
En concreto, la quimioterapia provoca sobre todo en las pacientes una sensación de sequedad, tirantez y escozor, pero también puede causar enrojecimiento y descamación. Además es frecuente la fotosensibilidad que favorece la aparición de quemaduras solares ante la más mínima exposición.
Para combatir estos efectos, la AECC recomienda seguir unas pautas:
– Mantener la piel limpia y seca.
– Hidratar bien la piel a diario, especialmente las zonas de roce y el contorno de las uñas.
– Evitar aplicar sobre la piel productos que contengan alcohol.
– Evitar la exposición al sol.
– Evitar los baños calientes prolongados y optar por duchas con agua tibia para evitar potenciar la sequedad de la piel.
En cuanto a la radioterapia, los daños se concentran en las partes tratadas de la piel cuyas células son destruidas durante el tratamiento. Los efectos pueden ser el enrojecimiento de la zona (de aspecto similar al de una quemadura solar), la inflamación, la sensación de picor (prurito), la sequedad y descamación de la piel y, en casos más graves, la aparición de llagas.
En general, los productos que se deben usar tanto para la cara como para el cuerpo han de ser lo más suaves y neutros posibles. Para combatir la sequedad causada por estos tratamientos oncológicos, es muy útil el empleo de sustancias humectantes y emolientes así como productos que aportan componentes de la barrera hidrolipídica que se pierde (ácidos omegas…).
Si eres paciente, presta atención a tu piel y no dejes de cuidarte aún más que antes. Adelántate a lo que pueda venir.
En la Quimioterapia, evita la deshidratación y sequedad que puede llevar a Eczemas y Dermatitis Atópica.
El uso de productos dermocosméticos como la crema Reafirmante Antiestrias de Olivolea, es el complemento ideal en el tratamiento de la piel tras un proceso oncológico y en la obtención de mejores resultados.
Después de la Radioterapia, evita los eritemas, las ampollas y las erosiones en piel con nuestra crema Regeneradora Intensiva Licotriz. Con Licotriz hemos demostrado en un estudio clínico de más de 100 mujeres, que en cicatrices de tipo oncológico, es un coadyuvante fantástico para la cicatrización del tejido dañado y que se pueden reducir o mitigar los efectos secundarios en piel como la radiodermitis, la xerosis, el prurito, las erupciones o la fotosensibilidad.
Desde OLIVOLEA nuestra pequeña aportación en la LUCHA CONTRA EL CÁNCER DE MAMA ofreciendo un 15% de DESCUENTO en dos de nuestros productos más usados en tratamientos de ONCOLOGÍA: La Crema Reafirmante Antiestrías de Olivolea y Licotriz.
Belén Castro