Los superalimentos que nos ayudan a proteger nuestra salud
Si queremos proteger nuestra salud, debemos corregir nuestros hábitos de vida y nuestros hábitos alimentarios. Una manera de hacerlo es aumentar el consumo de los llamados “Superalimentos“, que contribuyen a mejorar la calidad de vida y ayudan al organismo a defenderse de enfermedades pero lo más importante es que estos alimentos formen parte de una dieta variada, equilibrada y saludable.
Todos los alimentos contienen cierto valor nutricional, pero hay una clase de alimentos que son necesarios y buenos para la salud y que además contienen determinadas propiedades especialmente beneficiosas: los denominados superalimentos. Son ricos en nutrientes como vitaminas, minerales, antioxidantes (vitaminas A y E y el betacaroteno) y fitonutrientes, que ayudan en la eliminación de toxinas y desechos del organismo y por tanto, lo protegen frente a las enfermedades.
Un superalimento nunca está procesado y debe consumirse, de preferencia, crudo para evitar la pérdida de estos nutrientes.
Hay un grupo de superfoods o superalimentos que nos resulta más conocido, como los vegetales de hoja verde, las legumbres, los frutos secos, el salmón, el huevo…, y hay una categoría de superalimentos más inusuales que incluso se podrán definir como “exóticos”. Describiré a continuación varios de cada tipo, empezando por el superalimento más importante para mí y que debe estar cada día de forma moderada en nuestra dieta: nuestro “oro líquido”.
El aceite de oliva virgen extra, uno de los alimentos por excelencia y muy saludable. Aparte de disminuir el colesterol malo y de proteger al organismo de las enfermedades cardiovasculares, se ha demostrado que contribuye a disminuir el desarrollo de cáncer de mama. Además, es uno de los mejores antioxidantes que debemos incorporar en nuestra dieta a diario.
El cacao, uno de los alimentos más apetecibles para cuidar de nuestro organismo y mantenernos saludables. Es rico en antioxidantes (ayudan a prevenir el envejecimiento y el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y cáncer) y ácidos grasos esenciales que mantienen saludable el sistema nervioso central y resultan imprescindibles para la formación de determinadas hormonas. Cuanto más cacao tenga, más rico en antioxidantes y en fibra.
La quinoa es un pseudocereal, pero se parece a las legumbres. Aporta proteínas de alto valor biológico y también es muy rica en fibra de fácil digestión. La fibra y la proteína que aporta son mejores que las de las legumbres. Esto repercute en una buena salud del tránsito intestinal previniendo enfermedades como el cáncer de colon.
Las semillas de chía son consideradas otro de los superalimentos por su alto contenido en ácidos grasos poliinsaturados, en especial en omega 3 y en fibra y antioxidantes.
El camu camu es un árbol nativo de la selva amazónica, que da unos frutos muy ricos en vitamina C. Es importante en funciones relacionadas con la formación de colágeno, el buen aspecto de la piel, la correcta absorción del hierro y la óptima formación de nuestros huesos y vasos sanguíneos.
La lúcuma es un árbol frutal de origen andino y ayuda a subir los niveles de hemoglobina en sangre por su contenido en hierro. Su alto aporte en B1, B2 y B3 estimula el buen funcionamiento del sistema nervioso entre otros beneficios, por lo que es un buen complemento contra la depresión y el decaimiento.
Los alimentos de color morado contienen antocianina, un flavonoide que les aporta esa tonalidad. Son muy ricos en antioxidantes, por lo que su consumo ayuda en la prevención de problemas cardiovasculares y digestivos, tiene un efecto protector contra algunos tipos de cáncer, mejora en la memoria, mejora el funcionamiento del sistema urinario, y es una ayuda para retrasar el proceso de envejecimiento. Destacar como más exóticos, el Açai aunque dentro de este grupo se encuentran también la remolacha, la berenjena, los arándanos, la lombarda, las ciruelas…
La clorofila, que la encontramos en los alimentos de hoja verde, como el kale, las espinacas, el brócoli… y en vegetales marinos, las algas, bajos en calorías y ricas en nutrientes como el zinc, el hierro y el calcio, indispensables para la correcta oxigenación de los tejidos.
El kimchi, el yogurt, el chucrut… productos fermentados, que se convertirán en básicos de la alimentación diaria. Contienen bacterias saludables con los que conseguiremos mantener la salud de la flora intestinal. Además, tienen un alto contenido de vitamina C.
El aguacate por contener carotenoides, vitamina E y luteína. Además, ayuda al buen funcionamiento del organismo gracias a los ácidos lípidos monoinsaturados mejorando el perfil lipídico.
Pero recordad que el mejor modo de obtener el espectro completo de nutrientes es con un consumo variado que incluya frutas y verduras junto con otros alimentos vegetales como cereales integrales, legumbres, nueces y semillas, donde el aceite de oliva sea una de las principales grasas vegetales que incluyamos en nuestra alimentación diaria.
¡Disfrutad con los superalimentos!